8 sept 2011

Una película con Relaciones Públicas

Se acerca el fin de semana y quizá queramos distendernos mirando una buena película. Recomiendo algo de acción sumado al humor de Will Smith en el personaje de un superhéroe ebrio, con un toque de PR, el protagonista se topa con un profesional de las relaciones públicas que le hará cambiar su visión del mundo. Por eso recomiendo el filme “Hancock”, es una película divertida y con la cual podemos reflexionar acerca de nuestra profesión mientras disfrutamos de la fiel representación de las relaciones públicas que se hizo en ella.

Reseña: Hancock y RRPP

Hancock es el superhéroe local de una ciudad, aunque su imagen dista mucho de la de otros seres con poderes. Cumple su misión de proteger a los ciudadanos de todo tipo de males, pero lo hace con apatía, desgana, provocando enormes destrozos y catástrofes que hacen que la gente comience a estar harta del carácter de Hancock y de sus métodos. Aún así, esto parece no importarle en exceso. La situación, sin embargo, comenzará a cambiar cuando, en una de sus misiones, salve la vida a Ray Embrey, un joven ejecutivo de relaciones públicas.

Lo interesante es la función que cumple en este caso el profesional de relaciones públicas en la vida del superhéroe.  A Hancock no le interesaba en lo más mínimo lo que la gente pensara de él, y sus acciones para salvar la ciudad muchas veces sólo lograban resultados más negativos que los positivos (por ejemplo, para detener a 4 ladrones, destruye la mitad de la ciudad).
Esta despreocupación acerca de su imagen y de su comunicación personal lo lleva a tener una mala reputación que va in crescendo.  El público lo aborrece.
Al menos hasta que el relacionista público empieza a trabajar con él y le da algunos consejos y trucos para comunicarse mejor con las personas, tener una mejor imagen y ser aceptado y querido.
Lo interesante es el momento en el que se encuentran estos personajes, Hancock está en la peor de las crisis de imagen que podríamos imaginar, el público lo odia y lo quiere en la cárcel. Y nuestro relaciones públicas sale con una estrategia bastante arriesgada: meterlo en la cárcel hasta que la gente lo necesite y lo perdone,  ¿funcionará? Vean la película.

Los trucos de relaciones públicas
Acerca de la imagen: algo bien sencillo, le proporciona un uniforme que represente un propósito, un objetivo, le dice que cuide su apariencia, que cuide su “llegada” (siempre aparece aterrizando, ya que puede volar) porque es su primera impresión, etc.
Acerca de sus relaciones interpersonales: le recomienda que trate bien a la gente, y sobre todo a los niños. Y lo que más resalta es el consejo de felicitar a los policías por haber hecho su trabajo hasta el momento en que Hancock se presenta (tiene que decirles “buen trabajo”), cosa que al héroe no le resulta fácil. Sus relaciones cambian drásticamente aplicando estas pequeñas reglas y el público empieza a quererlo y aceptarlo fácilmente.


Una muy buena hipérbole del trabajo que los relacionistas públicos tenemos que realizar, las dificultades con las que nos encontramos a diario, y principalmente nuestra profesión reflejada en la pantalla grande tal como es.
No es RRPP, es PR.


Trailer:



1 comentarios:

Hernan dijo...

Sabes que esta película siempre me hizo pensar. La campaña de Responsabilidad Social Empresaria que idea el RP es muy buena, y termina siendo avalada por... nada menos que LA LUNA!

Ahora bien, Hancock tuvo que hacer un cambio de personalidad para que el relacionista público tuviera con qué trabajar: Cumplir su período en la carcel, afeitarse, cambiar el léxico, ponerse un traje de superhéroe, dejar de tomar, etc...

Solo ahí se pudo realmente laburar con la imagen de Hancock. Es por esto que primero la empresa o el cliente debe comenzar a ajustarse a la imagen que quiere reflejar según los objetivos que se tengan.

Nosotros entramos en el juego desde el principio, pero sin cambios, es sumamente complejo que podamos comunicar eficientemente.

Gracias por el aporte Mel!

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